viernes, 13 de febrero de 2009

Me llega al pincho San Valentín y su parafernalia

Este va a ser un post diferente a los demás porque no tiene casi nada de anecdótico. Al contrario es una manifestación cuasi hepática con respecto a este tan “ansiado” día de San Valentín. Aun recuerdo los 14 de febreros con cada una de mis enamoradas, con la ‘pepita’, la ‘rene’ –así le decía a Reencarnación Mercedes Torrecilla y Tremebunda-, con la ‘pechuguita’, la ‘calzón flojo’… ¡Aaaah! A todas ellas las recuerdo cuando disfrutamos instantes, de fascinante dulzura así como recita nuestro tan afamado vals de Francisco Reyes Pinglo y Amparo Baluarte; ¡y qué insolencia la mía de olvidarme de la ‘mano callosa’, la más fiel de todas que siempre me acompaña! … ¡ehh! … ¡Plop! En realidad sólo he tenido dos enamoradas en mi vida, y de alguna u otra manera he celebrado San Valentín. Ahora me doy cuenta que es una celebración que, para mi modesta manera de apreciar las cosas en este mundo, no tiene sentido. Y les explicare por qué.

A veces presiento, que la gente cree que el Día del Amor es el día en que más deben de amar a sus parejas. Corríjanme por favor si esto no es un absurdo. Y se los demostraré. Además de Dios, soy un fiel creyente de que el amor, la pasión se deben vivir en el día a día, como si fuera el último de los días. Entonces pensar que en un día debo ser más romántico, más amoroso, más apasionado que el resto de los trescientos sesenta y cuatro días del año es una infelicidad total, por la simple razón de que ¿Quién liendres nos garantiza llegar con vida cada 14 de febrero para amar como muertos de hambre en un buffet? Y por último si creen que en San Valentín hay que amarse más que cualquier día del año, pues yo recomendaría que sean infelices y ódiense el resto del año, desde el 15 de febrero hasta el 13 de febrero del año siguiente, y si les toca año bisiesto mucho mejor, tendrán un día extra para ser infelices y odiados y les garantizo que ahí si tendrán cada año un feliz e inolvidable Día de los Enamorados. No se dan cuenta que este culto al amor, que dicho sea de paso es pagano -después les explicare por qué- es una de las tantas herramientas que el sistema utiliza para idiotizar, estupidzar, acojudar y tontear- por si a caso no sonsear ni monguear- a la población. Si señores, muchos Estados utilizan esas armas psicosomáticas para alejar a la población de todo los escándalos que hacen nuestro gobernantes -¡egoístas!- ¿Aún no se convence amigo? Sí, el gobierno hace eso, ese mismo al que usted puntualmente le retribuye pagando todos sus impuestos; entonces el sistema prepara grandes campañas publicitarias para que usted tontamente gaste ese día por el mismo presente que le puede regalar a su pareja en cualquier día del año, mas aun si es el aniversario de la pareja, a un precio más caro. No olviden que en esos días la demanda aumenta por lo tanto los precios también aumentan. Siguiendo con la mini cátedra de economía y citando a los grandes clásicos de la teoría económica como David Ricardo y Adam Smith, “el padre de la economía”, consumir en regalos y chucherías en San Valentín no guarda congruencia con el axioma de que los consumidores son racionales. Y bajo este mismo criterio pienso lo mismo acerca del día de la madre y el día del padre, porque a ellos hay que amarles mucho todos los días porque nos han regalado la vida, así haya sido por culpa de la ‘bala’ perdida. Además si les rendimos culto ellos, gustosos, todos los días con todo el amor que ellos se lo merecen, pues ellos nos consentirán con mejores propinas después.

Encima de absurdo el 14 de febrero es demasiado cursi, tontamente cursi, insoportablemente cursi. No hay que cosa que más me hinche el hígado que ver gente escuchando música romántica todo el día. No es que no me guste la música romántica. Pero escuchar sólo ese día y nada más de ese día música romántica es desesperante, a mí me tienen que poner Rock del fuerte, el de los machos, no esas mariconadas de Luis Miguel, Ricardo Montaner, Ricardo Arjona, Ricky Martin, etc. ¡Qué asco! Toda esa bola de pelotudos titeretudos de una famosa y poderosa cadena televisiva a nivel latinoamericano, que se encarga de hacerlos producir música romántica hasta el hartazgo cojudeando a un centenar, perdón millar, no, miles de millones de cojudazos que se envelan con esa música romántica de pésima calidad. Mínimo escuchen Air Supply, Amos Lee, Cat Steven, Bonie Tyler, etc., ellos hacían verdadera música romántica sin tanta pose ni pantomima. Peor aun son las radios que dedican todo su repertorio al amor con cada atorrante de DJ que saca la voz sensual que ni a su pareja le excita. Y en la televisión ni que decir ese día toda la programación pasan telenovelas de poca monta que tiene el mismo guión y argumento.

La razón porque pienso que San Valentín es una fiesta pagana es por la gran distorsión que esta ha sufrido. Les comento. Un 14 de febrero no recuerdo de que año regresaba a casa en un taxi, y el taxista me comentó que acababa de recorrer casi toda la ciudad, en su anterior carrera a la mía, con una pareja buscando un ‘hospedaje’ de esos hostales que si no tiene muchas estrellas, más te vale que a tu pareja le hagas sentir y ver todas las estrellas que le faltan al ‘telo’, para que ellos puedan celebrar el tan ansiado “día del amor”. ¿Se dan cuenta? Si retomamos la mini cátedra de economía, hay una inmensa demanda de hospedajes de alta rotación, o rotaçao si gusta decirlo en portugués, parece que toda la ciudad prefiere refugiarse en un hotel y fornicar como si fuese el día del juicio final. Ahora si estos tortolitos por lo menos son una pareja de casados escapando de la presencia de los hijos en casa, o una pareja de enamorados escapándose de los respectivos papás que nunca les dará permiso para echarse un polvito, bueno digamos entonces que hacer el amor ese día es valido para celebrar San Valentín. Pero y si son trampas o ‘choque fugas’, qué culto al dios Eros es este. Es en ese sentido, que creo yo que el 14 de febrero debería llamarse mejor san polvín, san forniquín, san tirín, san cojín, san cachín, san fuckin, san fornicate under consent of the king. ¡Qué desmadre! No me imaginaría las parejitas más jovencitas donde la niña decide regalarle al pánfilo de gil de enamorado que tiene, ¡su virginidad! Permítanme ser la triple c de conservador, cucufato y cojudo; ¡niñas tontas no regalen su virginidad! ¿Qué no entenderán que es su pequeño tesoro preciado que la vida les regaló? Espérense hasta el día de su matrimonio y en su luna de miel con apasionante arrechura la compartan con el susodicho que elijan de marido. Y si se les antoja hacerlo antes del ‘matriquirriqui’ en vez de FUCK (Fornicate Under Consent of the King) lo más indicado para ustedes debería ser el FUCOP (Fornicate Under Consent of their Own Parents), y a ver si así los papás les regalan los condones, las T de cobre, de madera, de hierro, de lo que fuera -¡ja! T de hierro, no me imagino un réclame promocionando una T de hierro, ‘compre su T de hierro y haga que su marido le saque chispas, ¡llaaaame yaaaa!’- además bajo esta modalidad las jovencitas podrían celebrar el día de san fucopin; seria válido, al menos le veo lógica.

Ahora, si por un lado es absurdo, cursi y pagano; hay que agregar que en el Perú se ha vuelto hasta huachafo. ¡Qué lindo el día mas romántico del año bailando pachanga en una discoteca! Eso es el colmo de lo atorrante. Si quieres bailar ese día busca una música romántica para que bailes pegadito de pareja con lo cuerpitos juntitos susurrándose mutuamente al oído, no bailando esa porquería del reggaeton, ni mucho menos canciones que digan “ojalá que te mueras”, “a llorar a otra parte,” o cosa por el estilo. Se supone que celebras el día del amor, no el día que rompiste con tu pareja. O sea ¿te imaginas pasar San Valentín en una pollada, cuyada, frejolada, huevada? Y para rematarlo sería el colmo de lo huachafo que invites a tu pareja a comer hamburguesa de cartón en la carretilla de la esquina de tu casa. No pues eso no tiene ningún sentido. – Deja vu, siento que este preciso momento lo he vivido antes – Hay que ser originales, no devotos de la ley del mínimo esfuerzo. Hasta un paseo por el parque es romántico y no demanda gasto pecuniario.


Para finalizar, créanme por el amor a Dios, resulta que no sé que demonios le pasa al winamp que hoy 14 de febrero del 2009 a las 02:26 a.m. se le ha dado por programarme música romántica. Será una señal subliminal, o mera coincidencia, debería estar poniendo “Muerte sangrienta”, “Satanás está calato en la puerta de mi cuarto, con la bolas rojas”, “El tamalero bisexual”, música de Iron Maiden, Metallica, Slayer; música verdaderamente romántica. Ja, ja, ja. Fuera bromas está bien que pase un poco de Amos Lee, Paul Anka, etc. porque yo vivo enamorado de la vida, del amor; y que viva la vida, que viva el amor, que viva la vida, el amor, la vida, el amor…. Y fornikeishon todo lo que quereishon. Bye, byeeeeeeeeeeeeee!!!!!!!

PD: En realidad sólo se debería celebrar el día del hijo para recibir un regalo adicional a la Navidad y el cumpleaños. Además de esta manera también colaboraríamos con los hijos de puta para que no se sientan tan marginaos de la sociedad y así ser todos felices. Eso es altruismo y filantropía.